FLORECIENDO LA PRIMAVERA

 

Ya está aquí. Esta estación del año que a mí me encanta. Y tal vez a ti también. Parece que la luz emerge, que las flores brillan, y los colores vuelven a resurgir.

Recuerdo una vez, en la que venía de la oscuridad más profunda. Y lejos de lo que pudiese parecer, la calidez, y el confort, primaban en el ambiente.

– Es momento de salir, susurraban a lo lejos, …y un brillo inusual daba paso a sonoros pensamientos, …

El cambio se acerca, la limpieza, el orden. Donde todo vuelve a su origen, cuando la vida Renace y los sentimientos se agolpan.

Dicen que es la etapa más propicia para el amor. Pero a la vez, también «altera la sangre». Comulgo con esta afirmación, y siento como la vida da otra oportunidad. Porque, si atendemos a las comillas, literalmente, podemos favorecernos de esa alteración.

Todo coge velocidad, los proyectos, las ideas, los sucesos. Te habrás fijado en que la naturaleza, da pasos agigantados al respecto, y todo brota: verde, rojo, azul, amarillo. Los colores, me apasionan, pero esto lo veremos más adelante.

Piensa por un momento. ¿Cómo comenzar?. Si tuvieses que enumerar los pasos a seguir, ¿Cual sería tu prioridad?. Realmente quieres optar por el bienestar, la armonía, la salud, el amor, …¿Caminamos?

Vamos a lograr que todo se coloque donde debe, y que cada lugar cumpla el objetivo para el cual fue diseñado.

De eso tratamos en esta sección. Si, Diseño, Armonía, Color, Bienestar, utilizando una de las herramientas más poderosas, y a nuestro alcance, el Feng Shui.

Mil disculpas, he entrado como huracán, sin ni siquiera presentarme. Mi nombre es Joana Llavata, y disfruto de cada cometido que la vida me pone por delante.

Conocí esta disciplina hace bastante más de una década. Me cautivó, me enamoró, y la hice propia. Me gusta nombrarla como una filosofía de vida, porque de hecho es una forma de conocernos y adentrarnos, muy al interior de nuestra verdadera energía, y nuestro ser real.

Cargados como vamos de mil y un cachivaches, pensando que todo nos es necesario. Y hablamos de cosas materiales y de cosas intangibles.

Es necesario reconocer, que nuestro estuche, este cuerpo saleroso que ostentamos, refleja, demasiado a menudo, el sobre esfuerzo de arrastrar «momentos» obsoletos.

Tengo por costumbre hablar -o escribir-, metafóricamente. Y en este caso, esta técnica se hace imprescindible, porque cuando nos refiramos a algo material, sabremos que podemos aplicarlo a nuestras emociones y sentimientos, y viceversa.

Calma, te acompaño, que nada obstaculice tu camino. Que la vida fluya ligera y la alegría inunde tu espacio.

¿Y qué tal vamos de centro? Si, tu centro.

Es relevante saber dónde te encuentras en estos momentos. Como es el entorno que te rodea. Cuál es tu objetivo a corto plazo.

Te diré el porqué de a corto plazo. Cuando nos visualizamos a largo plazo, estamos poniendo la energía en algo que todavía no existe, y si bien es cierto, que proyectar es sano y vital, vivir el presente lo es mucho más.

Así que repito: ¿Y qué tal vamos de centro?

Pues literalmente, colócate en el lugar de tu casa o espacio vital (llamémosle ¿habitación?), desde donde vislumbres, en perspectiva el resto del espacio. No importa si hay paredes o muebles que impidan la visión humana. De hecho puedes cerrar los ojos, sentir, oler, …

Repasa mental u oralmente -siempre está bien hablar sólo, de vez en cuando-, que tienes ante ti. Revisa el orden de las cosas, los complementos decorativos, los textiles, las pinturas, el color de las paredes, …

Prepara una lista de lo que ves o percibes que tiene que ser modificado. Con honestidad. Te pongo un ejemplo

  • Revisar la ropa del armario.
  • Recoger los libros de la mesa.
  • Ordenar la estantería.
  • Vaciar la papelera.
  • Arreglar la puerta.
  • ….

Es muy probable que ya te estés soltando. Que poco a poco vayas reconociendo el bienestar que te procura alinearte con el espacio en orden y equilibrio.

Tengo que compartirte, que esto es una ardua tarea. Que a mí misma me cuesta de mantener. Es como si un duendecillo, estuviese continuamente revolviéndolo todo, pero esto, sin duda, es para que estemos con plena atención.

El Feng Shui es movimiento, energía vital. Y las cosas estáticas, no son buena compañía, para los seres vivientes.

Atiende constantemente tu espacio de vida. Tu entorno, y también tu cuerpo. Revisa cualquier anomalía, porque seguro que es una nota de atención a tener en cuenta.

Continuamos, diseñando la vida, para nuestro disfrute y bienestar…

¿Sientes el cambio?

 

Publicado en:   EHD Magazine

© 2019 Todos los derechos Reservados.