Te quedas? o Te vas?

Home Staying vs Home Staging

Cuando realmente tomas una decisión que trascenderá en tu vida, debes dar paso a la ACCIÓN.

Hasta llegar a ese punto donde parece que no hay retorno, a veces surge la luz que te permite hurgar un poco más.

Fácil, Fácil, no es, pero eres valiente, y sabes que lo que no vibra en ti, no es bueno para tu vida. Así que tomas, esta vez sí, esa decisión que dará un giro a tu existencia.

Disculpa sí parece ambiguo, pero si te das cuenta, no necesitamos instrucciones para cada momento de la vida. Las mismas normas nos sirven para todo. Solamente haz la prueba, investiga, aplica, y verás que cualquier situación puede modificarse con CUATRO sencillos pasos.

  1. Conciencia
  2. Reflexión.
  3. Decisión.
  4. Acción.
  • Lo que ocurra después, será consecuencia directa de los cuatro puntos anteriores, y solo está en tus manos dirigir el timón.

Adoptar el modo de permanecer o marchar, de la manera más propicia para ti y para tu familia.

Las casas hablan. Al igual que nuestra mente está emitiendo continuamente mensajes a modo de pensamientos, en ocasiones solapándose unos con otros, mientras hablamos con alguien, y en diferentes idiomas.

El lenguaje de una vivienda es diverso. A modo de catástrofe o casualidad, aparece algo en nuestra casa que nos hace sentir que ya no estamos a gusto en ella. Por razones obvias, llega ese primer pensamiento de ponerla a la venta. Pero esto no debe ser un repentino flash, debemos tener clara que nos motiva a ello.

Si la familia crece, nuestra independencia, la familia decrece, cambio de ciudad o país, … o simplemente somos nómadas por naturaleza y necesitamos mudarnos de vez en cuando.

Y no pasa nada. Solo hay que tener muy en cuenta que la motivación no guarda recovecos que puedan pasarnos factura una vez hecha la inversión.

Comprar o Vender. Parece diferente, pero su similitud es de un porcentaje bien alto. Porque una casa no son cuatro paredes, objetos, decoración o mobiliario. Una casa es nuestra tercera piel. El lugar donde nos sentimos más tranquilos y también más vulnerables. Ahí en donde descansamos de nuestra jornada, compartimos sueños, y trazamos camino.

Nos rodeamos de personas y experiencias que marcarán nuestra evolución personal. Así que nada es banal a la hora de cambiarnos de casa. Hay que tomar en cuenta cada emoción y cada detalle que nos atañe, a uno mismo y a los demás miembros con los que compartimos techo.

Vender tu hogar?

Dicho así duele. Cuando una casa ha cumplido con los objetivos que en su día definimos. Ha llegado el momento de cederla a otras personas. Tan sencillo.

 

Es eso lo que realmente quieres?

Si lo es, adelante. Traza el plan de acción para una nueva aventura. La búsqueda de nuevas metas, nuevas paredes, nuevas vivencias.

O necesitas sentirlo de modo diferente?

Pero si te quedas, ten muy en cuenta que la alarma que ha desatado tus dudas no es por casualidad. Hay que tomar conciencia de que está ocurriendo en tu hogar, y ponerlo patas arriba si es necesario. Aplicarte con todas tus ganas para que vuelva a brillar la emoción, la ilusión, y la creatividad.

En cualquier caso
Quédate.
Resuelve antes de tomar una decisión.

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