«SI BUSCAS EL AMOR, … CREA ARMONÍA EN TU ENTORNO»

 

 

Desde que su esposo y padre de su hija, falleciera, habían adoptado la opción más fácil. Vivir en familia. Con los padres de Adela, que cuidaban, y mucho de Beatriz y ella misma. Pero la niña se llevaba conviviendo con su pareja ya más de una año, y la madre, seguía anclada, sin mover ficha.

Adela, comenzó a sentir cierta desazón, llegó a la conclusión de que era ya momento de buscar un apartamento que recogiera sus desvelos.

Porque los tenía. Sentía que desde la marcha prematura de Esteban, todo se revolvía contra ella. Hacía más de ocho años de aquel fatídico día, pero todavía no había encontrado consuelo ni compañía. Se conocieron siendo adolescentes, y su embarazo juvenil, los unió sobremanera.

– Comenzó la redada de nuevo hogar, y tras muchos pasos fallidos, logró su objetivo. Un piso en el casco antiguo de la ciudad, con un amplio salón, luminoso y precioso, una barra que separaba el espacio de cocina, del mismo. Y una sola habitación con baño. Realmente era un bomboncito, con amplios ventanales, que miraban hacia un pequeño jardín, ocupado por un par de árboles centenarios.

Realmente se trataba de un buen lugar donde acomodar su alma herida.

Cuando la agencia se lo había mostrado, quedo prendada de inmediato. Lejos estaba pensar en rehacer su vida, o tener «amoríos» como ella lo llamaba. Así que no vio, ni se dio cuenta de que podía estar en desarmonía con esta circunstancia.

Una vez instalada, inmersa, como de costumbre en su carrera profesional, los días pasaban sin novedades ni alegrías.

Un buen día, se vio, semi tumbada en su «chaise longue», sola y apenada, y de pronto se le pasó un pensamiento, como fugaz, por su mente congelada; qué pasaría si se abriera un poco, solo un poco, y permitiera la entrada del amor, de nuevo en su vida.

Comenzaba a sentir la soledad, cada vez más punzante, y se dispuso a tomar en serio la brillante idea, que aquella tarde de verano, le había inundado y sobre pasado.

Pero, por dónde empezar. Hacía tiempo que no salía, nada más que para hacer alguna gestión. o pasar por la oficina central. Su trabajo era mayoritariamente on line. Quizá ahí estaba el quid de la cuestión.

De pronto, haciendo acopio de valor, tecleo en la barra de búsqueda, opciones para relacionarse, y se sorprendió de cuantas redes y agencias se mostraban antes sus ojos.

Y apareció un anuncio extraño:

«Si buscas el Amor, …Crea Armonía en tu entorno»…

Guardó la página en sus favoritos, no tenía tiempo de dedicarle atención en ese momento. y decidió salir ese día a cenar con una antigua colega y buena amiga, que llevaba tiempo queriendo sacarla de casa.

Estuvieron comentando el tema de las citas, y sintió que su amiga podía tal vez, saber algo sobre la Armonía, y el Entorno, después de todo su profesión era el Interiorismo.

Carmen, no se sorprendió de la petición de Adela, realmente hacia meses que se había dado cuenta, de que el «bomboncito de casa» que ocupaba su amiga, era para singles, por espacio, por distribución, …

Resumiendo, quedaron en verse al día siguiente en la casa, y trazar el plan.. Carmen manejaba las herramientas de Feng Shui con una habilidad inusitada. Solo con ver el espacio, aunque fuese un dibujo, se empezaban a agolpar en su cabeza todas las curas y resoluciones para hallar y conseguir los objetivos.

Adela no se explicaba como lo hacía, pero confiaba en ella, y puso en sus manos, aquella inquietud que cada vez tomaba más peso.

En sucesivas reuniones y llegando a acuerdos, se modificaron algunos ambientes, algún brochazo de color en un par de paredes, y movimiento de muebles. Realmente todo fluía y parecía de lo más normal. Como si todo se reubicara, y en el lugar adecuado y natural.

Pronto se hizo extraño el que no se le hubiera ocurrido a ella, estaba convencida de su buen gusto y hacer, pero desde luego, ante un cambio, que estaba latiendo en su corazón, lo claro era que debía empezar por cambiar ella.

Manos a la obra. Con sumo cuidado, se inicio el maravilloso proceso de metamorfosis, creando diseñando, amorosamente su hogar y su nueva vida.

 

Publicado en:   EHD Magazine

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